31 agosto, 2006

PIB en México al segundo trimestre de 2006

Clasif. B

El 16 de agosto, el Inegi dio a conocer las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) de México correspondientes al segundo trimestre de 2006. El crecimiento anual del PIB fue 4.7 por ciento. Este resultado es muy bueno si se toma en cuenta que se trabajaron menos días en el segundo trimestre del año en curso que los que se trabajaron en el mismo trimestre del año anterior debido a que la fiesta de Semana Santa este año fue en abril y el año pasado fue en marzo.

Usando cifras desestacionalizadas que remueven, entre otros, los efectos de la Semana Santa se tiene que el crecimiento del PIB con respecto al primer trimestre fue de 1.49 por ciento. Esta cifra anualizada es igual a 6.1 por ciento. La economía mexicana se está expandiendo vigorosamente. Las cifras correspondientes a la probabilidad de recesión que publico cada trimestre en mi página personal reconocen el alto crecimiento del PIB por lo que la probabilidad de que México haya empezado el año con una recesión es de cero por ciento.

A pesar del alto crecimiento del producto en lo que va del año, el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, prevé que la economía crecerá únicamente 4.2 por ciento en todo el 2006. Como el crecimiento en el primer semestre promedia 5.1 por ciento, se necesita que el promedio del segundo semestre sea de 3.3 por ciento como máximo para que se cumplan las expectativas de Gil Díaz. La implicación del pronóstico del Secretario de Hacienda es que cuando menos uno de los dos últimos trimestres del año tendrían que presentar un crecimiento negativo ajustado por estacionalidad.

A pesar de que la economía norteamericana se está desacelerando, no creo que un crecimiento tan vigoroso de la economía mexicana se convierta en un decrecimiento en lo que queda del año. Las cifras con las que se cuenta hasta el momento no indican una desaceleración tan grave de la economía. Se puede esperar que el crecimiento en México sea menor durante el segundo semestre del año, pero la posición del encargado de la política fiscal en el país parece demasiado pesimista.

18 agosto, 2006

¿Se acerca el fin de la deuda pública?

Clasif. B

Esta es la transcripción de un artículo mío que se publicó hoy, viernes 18 de agosto, en El Sol de México. (Sólo en la edición impresa).

¿Se acerca el fin de la deuda pública?

Eugenio Gómez Alatorre

El pasado 22 de junio la Secretaría de Hacienda y Crédito Público anunció, con bombo y platillo, una amortización anticipada de deuda con organismos financieros internacionales. El pago corresponde a deuda contratada con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con el Banco Mundial (BM) por un monto aproximado de 7,000 millones de dólares.

El pago anticipado de deuda pública parece ser una muy buena noticia cuya publicación se da justo antes de las elecciones presidenciales; sin embargo, los recursos para el reembolso de la deuda provienen de ¡más deuda! Es válido preguntarse acerca de las razones que tiene la Secretaría de Hacienda para pagar un empréstito con otro y si en realidad el país obtendrá algún beneficio de esta operación. La clave para resolver estas interrogantes está en que se hizo un cambio de deuda externa por deuda interna.

En San Luis Potosí, el presidente Vicente Fox presumió la disminución de la deuda externa, con respecto a ésta dijo que: "La tomamos arriba de 70 mil millones de dólares, y ya la hemos reducido a 50 mil millones, y la vamos a reducir más, a 40 mil millones. Primera vez que se reduce la carga pesada sobre los hombros del pueblo de México". (véase El Sol de México, 9 de agosto de 2006).

En el mismo evento también mencionó que "Cada Gobierno le metió al gasto y aumentó la deuda que hoy gravita sobre los hombros de todas y todos los mexicanos; por primera vez en la historia, un Gobierno responsable reduce de manera significativa la deuda externa”.

El titular del poder ejecutivo omitió que la deuda total (interna y externa) ha aumentado durante su sexenio, es decir, la deuda interna ha aumentado más de lo que ha disminuido la externa. Al considerar que la deuda total no ha disminuido, el discurso del presidente no parece tan positivo; a pesar de ello, la reducción de la deuda externa sigue siendo una buena noticia como se argumenta más adelante en este artículo.

Los dólares necesarios para el pago de la deuda provendrán de las reservas internacionales de Banco de México. El gobierno obtendrá los recursos para comprar una parte de las reservas internacionales por medio de la colocación de títulos de crédito en moneda nacional llamados Bonos de Desarrollo (Bondes D) en el mercado financiero mexicano.

Los Bondes D que se usen pagarán cupones en forma idéntica a los Bonos de Regulación Monetaria (BREMS) emitidos por Banco de México. Ésta institución retirará los BREMS que serán sustituidos por los Bondes D.

La estrategia a largo plazo es que los BREMS salgan paulatinamente de circulación y su lugar sea tomado por Bondes D que seguirán financiando la sustitución de deuda externa por deuda interna.

Estrategia añeja.

El canje de deuda externa por interna no es una novedad, esta estrategia se ha venido implementando por parte de la Secretaría de Hacienda a lo largo de la presente administración.

La deuda externa bruta del gobierno federal como porcentaje del PIB ha disminuido de 10.4 por ciento en 2000 a 7.0 por ciento en 2005. Por su parte, la deuda interna bruta del gobierno federal se ha incrementado de 11.6 por ciento del PIB en 2000 a 13.8 por ciento en el 2005.

Por otro lado, la proporción de deuda externa neta del gobierno federal con respecto al total de la deuda neta ha caído de 44.7 a 33.0 por ciento de 2000 a 2005.

Lo anterior nos muestra que el canje de deuda externa por interna ha representado un esfuerzo continuo y exitoso del gobierno en este sexenio. La reducción de la deuda externa como porcentaje del total de deuda se debe también a que toda la emisión de nueva deuda por parte del gobierno federal se ha llevado a cabo en el mercado interno. La lógica que sustenta a esta estrategia de administración de la deuda pública se expone en lo que resta del presente artículo.









Menor vulnerabilidad.

Una de las principales razones que tiene la Secretaría de Hacienda para seguir la estrategia de canje de deuda externa por interna es la de reducir la vulnerabilidad de la economía mexicana frente a cambios en las condiciones externas.

El gobierno recibe ingresos por impuestos y otras contribuciones en pesos pero debe realizar el pago de la deuda externa en moneda extranjera, principalmente dólares. Esta falta de correspondencia entre ingresos y gastos del gobierno puede causar graves problemas a las finanzas del país si hay un cambio repentino en las condiciones económicas del exterior.

Si, por ejemplo, se devaluara el tipo de cambio los pagos de intereses y la amortización del capital de la deuda externa del gobierno crecerían en términos de la cantidad de pesos (devaluados) que se necesitan para hacer los pagos y, como el gobierno recibe sus ingresos en pesos, sería más difícil para el país hacer frente a sus obligaciones con el exterior. Si la devaluación es grande, el gobierno podría no tener recursos suficientes para pagar la deuda y se podría perder el control de una situación que, en principio, no debería representar ninguna dificultad.

Cuando se habla de que el cambio de deuda externa por deuda interna reduce la vulnerabilidad del país lo que se quiere decir es que con el canje se logra disminuir la probabilidad de que debido a una situación como la descrita anteriormente el gobierno federal se vea en dificultades para liquidar sus vencimientos de deuda.










Académicos recomiendan la misma estrategia.

La estrategia de canje de deuda externa por interna coincide con las recomendaciones que ofrecen algunos economistas en un documento de investigación llamado “Sudden Stops, the Real Exchange Rate, and Fiscal Sustainability: Argentina’s Lessons” (Paradas repentinas, el tipo de cambio real y sostenibilidad fiscal: Lecciones de Argentina) en el que destacan ciertos factores que influyeron en el desencadenamiento de la crisis argentina a principios de la presente década. Las recomendaciones que hacen los autores en su artículo tienen como fundamento las lecciones que deja la experiencia de la crisis económica en Argentina. Los autores del documento, publicado por el National Bureau of Economic Research (Buró Nacional de Investigación Económica, una prestigiada organización privada dedicada a la investigación) son: Guillermo Calvo, Alejandro Izquierdo y Ernesto Talvi.

En el trabajo de investigación mencionado es importante el concepto de los sudden stops, concepto que se refiere a que se detengan de forma repentina, severa y prolongada las entradas de capital a un país.

En el documento citado se concluye que las economías serán más vulnerables a sudden stops mientras más cerradas al comercio internacional sean, más fuertemente endeudadas se encuentren y más deuda denominada en dólares tengan.

Los países con deudas elevadas en dólares que experimenten un sudden stop se enfrentarán a la necesidad de un ajuste por medio de una devaluación de su moneda lo que elevará considerablemente sus pagos de deuda (por estar denominada en dólares). De esta forma, una situación que de otra forma hubiera sido manejable se vuelve un grave problema para el país de forma repentina. La apertura comercial es benéfica en este caso porque genera parte de los dólares necesarios para enfrentar los pagos de la deuda.

Los autores recomiendan, para disminuir la vulnerabilidad de las economías, que los gobiernos abran a sus países al comercio internacional y busquen emitir más deuda en moneda nacional. Agregan que se debe buscar que el plazo de la deuda sea lo más largo posible para evitar problemas de liquidez.

El manejo de la deuda en este sexenio en México parece haber seguido de cerca las recomendaciones de Calvo, Izquierdo y Talvi también con respecto al plazo de la deuda. El plazo promedio de la deuda pública interna ha aumentado de 539 días a finales del 2000 a 1,148 días en agosto de 2005.

Desarrollo del mercado financiero mexicano.

Una ventaja adicional que trae consigo el pago de deuda externa por medio de la emisión de deuda gubernamental en el mercado interno es que ayuda a desarrollar el mercado financiero en México al incrementar las opciones con las que cuentan los inversionistas que participan en el sistema financiero nacional.

El gobierno federal ha emitido deuda en instrumentos a tasa nominal fija con plazos de 3, 5, 7, 10 y hasta 20 años. Además, el mercado financiero cuenta con una gran variedad de títulos de deuda gubernamental.

Algunas de las características que ahora tienen varios títulos gubernamentales no estaban disponibles para el inversionista en el mercado mexicano hace apenas unos pocos años.

Reservas Internacionales.

Los altos precios del petróleo y el alto crecimiento que ha registrado el envío de remesas en los últimos años han contribuido a que las reservas internacionales se hayan incrementado de 33,554.9 millones de dólares en diciembre de 2000 a 78,742.7 millones de dólares en junio de 2006.

Un nivel elevado de reservas internacionales tiene la ventaja de darle mayor estabilidad al país porque se pueden usar para evitar variaciones violentas en el nivel del tipo de cambio, lo que desincentiva que se especule en contra del peso. Sin embargo, el rendimiento que obtiene Banco de México por invertir las reservas internacionales es muy bajo y, por lo tanto, resulta muy costoso mantener un valor elevado de reservas.

No hay forma de conocer el nivel óptimo de las reservas internacionales pero es probable que México tenga más de lo que necesita. De esta forma, el país puede sacar provecho de encontrar un buen uso para una porción de las reservas internacionales.

Una forma de aprovechar una parte de las reservas internacionales es usarlas para pagar una parte de la deuda externa, ésta es otra ventaja de la estrategia de canje de deuda que ha seguido el gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda.

Más de lo que se esperaba.

La colocación de Bondes D para financiar el prepago de la deuda externa se hizo el jueves 10 de agosto y se obtuvieron 135,051 millones de pesos, lo que le permite a la Secretaría de Hacienda adquirir 12,390 millones de dólares, más de lo que se esperaba.

El gobierno mexicano amortizará de forma adelantada al BID y al Banco Mundial 9,000 millones de dólares, este monto supera en 2,000 millones de dólares a lo que se había anunciado el 22 de junio. Además, la Secretaría de Hacienda canceló de forma anticipada bonos soberanos emitidos en los mercados internacionales por un monto de 3,379 millones de dólares.

Como resultado de esta operación, la deuda externa se reducirá en 12,379 millones de dólares con lo que llegará a un nivel equivalente al 5.4 por ciento del PIB. Por su parte, la deuda externa como porcentaje del total de la deuda disminuirá a 27.3 por ciento.

En síntesis.

Vicente Fox no parece poder presumir tantos logros, con un impacto positivo en la opinión pública, como hubiera deseado; sin embargo, se ha hecho un buen trabajo con respecto a la administración de la deuda pública. Este logro no tiene una gran notoriedad ni tiene un impacto que la población pueda percibir claramente, pero esta clase de acciones nos alejan cada vez más de la posibilidad de vivir nuevamente una crisis como la de 1995 y eso no es un asunto menor.