30 noviembre, 2006

4 mil millones de dólares de subsidio a la contaminación

Clasif. B

En una entrada anterior critiqué el hecho de que en México se subsidia el precio de la gasolina. Ahora, la Secretaría de Hacienda emitió un comunicado de prensa que revela el costo de esta medida.

El costo, de enero a octubre de 2006, derivado de que la gasolina en México cueste menos que en Estados Unidos ha sido de 46,396 millones de pesos (poco más de 4,250 millones de dólares). Del costo total, 18,000 millones corresponden a la gasolina Magna, 2,475 millones a la gasolina Premium y 25,842 millones al Diesel.

En el mismo comunicado se encuentra la diferencia de precios promedio de enero a noviembre que existe entre los combustibles que se venden en México y sus equivalentes en Estados Unidos. La Premium costó, en promedio, 3.98 por ciento más en Estados Unidos. Las cifras correspondientes a la Magna y al Diesel son 14.36 y 49.62 por ciento, respectivamente.

Es una lástima que se gaste el dinero del gobierno en subsidiar a los más ricos y que se fomente el uso del automóvil a pesar del enorme problema a nivel mundial que representa la contaminación ambiental.

08 noviembre, 2006

Gasolina subsidiada

Clasif. B

Actualmente, la gasolina de 87 octanos (Magna) en México recibe un subsidio que hace que su precio sea más bajo que el que tiene en Estados Unidos. Esta es una política nociva que carece de racionalidad económica.

El aumento internacional en el precio del petróleo ha provocado aumentos significativos en el precio de la gasolina en casi todo el mundo. Sin embargo, en México el precio de la gasolina se actualiza a una tasa anualizada de 4 por ciento con excepción de la que se vende en la frontera que, normalmente, coincide con el precio que tiene en el país fronterizo para evitar que los automovilistas crucen la frontera para llenar sus tanques en donde se vende más barato el combustible.

A partir del 6 de mayo se modificó la forma en que se fija el precio de la gasolina en la frontera norte haciendo que coincida con el nivel mínimo que registró en la semana del 11 al 17 de abril de 2006. Este cambio implica una caída en el precio de la gasolina fronteriza.

Una parte de los mayores ingresos gubernamentales derivados del aumento en el precio del petróleo se desperdician en un subsidio a la gasolina en lugar de usarse para algún fin benéfico para el país.

Existen dos razones principales por las cuales el subsidio a la gasolina es perjudicial para el país. La primera es que el subsidio se entrega a los estratos más ricos de la población (aquéllos que tienen coche) por lo que empeora la distribución del ingreso. La otra razón es que se subsidia una actividad altamente contaminante con lo que se promueve el deterioro ambiental del país (del planeta).

El gobierno debería hacer justo lo opuesto: aumentar los impuestos que cobra sobre el consumo de la gasolina. Para subsanar la escasez de recursos que enfrenta el gobierno, se ha propuesto gravar a las medicinas y a los alimentos, medida que afectaría a las familias pobres del país que dedican una alta proporción de su ingreso a su alimentación. Sería mejor obtener una parte de los ingresos que necesita el gobierno con un impuesto a la gasolina que pagarían los que tienen mayores ingresos y que tendría el efecto de desalentar el uso del automóvil y sus efectos contaminantes.

Gregory Mankiw ha encontrado más razones para aumentar los impuestos sobre la gasolina, aunque algunas son más importantes para Estados Unidos que para México. Mankiw también se ha dedicado a coleccionar economistas destacados que apoyan un aumento en los impuestos a la gasolina, a este grupo lo llama el Club Pigou.

En México se hace lo contrario. Lo más extraño es que los funcionarios más importantes de la Secretaría de Hacienda son aversos a distorsionar los precios a través de impuestos no generalizados y subsidios, pero subsidian uno de los bienes que mayores efectos colaterales negativos (externalidades negativas) tienen. ¡Maldita sea!

05 septiembre, 2006

Galbraith, Keynes, Mankiw y Hawking.

Clasif. B

Hace poco terminé de leer un libro de John Kenneth Galbraith llamado El Dinero y quiero compartir algunas citas de este libro y de otras lecturas que he hecho recientemente y que se relacionan de alguna forma. Galbraith fue un economista norteamericano muy reconocido que defendió muchas ideas heterodoxas en economía. Murió hace poco, el 29 de abril de 2006, a los 97 años aunque en México fue mucho más recordada la muerte del Changoleón un día después.

El Dinero es un libro acerca de la historia del dinero en el mundo aunque en algún punto del libro a Galbraith se le olvida esto y empieza a hablar exclusivamente de lo que sucede en Estados Unidos. Es un muy buen libro que contiene unas partes muy amenas y otras tediosas y muy recomendable para aquéllos que se interesen en el tema. Aprovecho para agradecer a Santiago, mi tío, por regalarme el libro.

Los latinoaméricanos acostumbramos pensar que hay sucesos que sólo acontecen en nuestro país. Es común escuchar la frase "esto sólo pasa en México" pero yo creo que la misma frase debe escucharse en Argentina, Ecuador o Guatemala cambiando el nombre del país. Por ejemplo, la gente tiende a pensar que sólo los políticos de su país tienen la manía de querer tapar el sol con un dedo. Galbraith muestra en su libro que ésta es una costumbre antigua que también se dá en el primer mundo.

Galbraith menciona que "tratar de exorcisar el desastre económico diciendo que no existe" es una acción curativa que siempre ha gozado de prestigio aunque no hay pruebas de que alguna vez haya sido eficaz. Menciona varios ejemplos de esta situación, aquí cito uno de ellos: "En noviembre de 1820, un mes fatídico que siguió al crac del año anterior, el presidente Monroe expuso al Congreso la 'próspera y feliz' situación del país, añadiendo que 'es imposible presenciar un espectáculo tan satisfactorio, tan glorioso, sin sentirse embargado por el más profundo y agradecido reconocimiento al Supremo Hacedor de Todo lo Bueno, por tan pródigos e inestimables dones".

El capítulo XVI de El Dinero lleva por título "El advenimiento de John Maynard Keynes" y yo como firme partidario de las ideas keynesianas quiero citar varias partes de este capítulo. Con respecto a la Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, la obra más importante de Keynes, Galbraith dice que "Durante mucho tiempo, Keynes había despertado los recelos de sus colegas por la claridad de su estilo y de sus ideas, dircunstancias que a menudo se daban juntas. En la Teoría General desmintió esta fama académica. Es una obra profundamente oscura, mal escrita y publicada prematuramente". Tiene razón, a pesar de su importancia debido a las ideas que contiene, la Teoría General es un libro muy difícil. No creí que a pesar de mi formación como economista me fuera a costar tanto trabajo leerlo, incluso tendré que volverlo a leer para entenderlo completamente.

Más adelante, Galbraith muestra lo revolucionario del libro de Keynes. Hace referencia a la llamada Ley de Say que dice que la oferta en la economía es siempre igual a la demanda porque el ingreso que reciben los productores y empleados por su trabajo les da el poder adquisitivo necesario para comprar todo lo producido.

En El Dinero se lee "Antes de Keynes, la Ley de Say había regido en economía durante más de un siglo. Y la regla no era casual: la aceptación de la Ley de Say era, en alto grado, la prueba que servía para distinguir a los economistas sensatos de los chiflados. Hasta finales de los años treinta, ningún aspirante al doctorado en una Universidad americana importante, que hablase en serio de la falta de poder adquisitivo como causa de la depresión, aprobaría sus exámenes. Sería un hombre que sólo veía la superficie de las cosas y era indigno de codearse con los eruditos. La Ley de Say es el ejemplo más elocuente de la estabilidad de las ideas económicas, incluso cuando éstas son equivocadas." Keynes se atrevió a decir que podía darse el caso de que la demanda fuera insuficiente y que esto provocaría recesiones en la economía. En su libro, Keynes no duda en criticar a los economistas más prestigiados de su época mencionándolos directamente.

Gregory Mankiw, uno de los mejores macroeconomistas contemporáneos, sostiene opiniones similares a las de Galbraith con respecto al libro de Keynes en un artículo titulado El Macroeconomista como Científico e Ingeniero en el que describe la evolución de la macroeconomía En el artículo destaca las diferencias entre los macroeconomistas científicos que son aquéllos orientados hacia la teoría y el rigor matemático de los modelos y los macroeconomistas ingenieros que son los más preocupados por la aplicación práctica de los conocimientos y las soluciones a los problemas económicos de los países.

Mankiw, al hablar de la Gran Depresión afirma que "La Teoría General de John Maynard Keynes fue el punto de unión en las discusiones profesionales acerca de cómo entender estos acontecimientos".

Más adelante, Mankiw menciona que "Cuando un economista moderno lee la Teoría General, la experiencia es tanto estimulante como frustrante. Por un lado, el libro es el trabajo de una gran mente aplicado a un problema social cuya actualidad e importancia no puede ser cuestionada. Por otro lado, a pesar de que el libro es extensivo en su análisis, de alguna forma parece incompleto desde el punto de vista lógico. Demasiados puntos quedan incompletos. El lector se queda preguntandose, ¿cuál, precisamente, es el modelo económico que mantiene unidas todas las piezas?

Mankiw también afirma que "En términos de ciencia, la Teoría General fue un éxito notable. La revolución que inspiró atrajo varias de las mejores mentes jóvenes de su su época. Sus resultados prodigiosos ofrecieron una nueva forma de entender las fluctuaciones económicas de corto plazo. Refleccionando acerca de estos acontecimientos, Samuelson ofrece un pequeño resumen: 'La revolución Keynesiana fue el evento más significativo en la ciencia económica del siglo 20'. Su forma de pensar la comparten varios economistas de su generación".

Al inicio de su artículo, Mankiw menciona que los economistas acostumbran presentarse como científicos y añade que "Nuestros colegas en el departamento de física al otro lado del campus pueden encontrar simpático que los veamos como primos cercanos". Es cierto, he escuchado varias veces a economistas comparar los modelos económicos con modelos físicos pero por primera vez he leído lo contrario y de parte de un físico muy sobresaliente: Stephen Hawking. Con una cita de su ensayo titulado el Origen del Universo en la que compara la teoría del Big Bang con sucesos económicos se cierra esta entrada del blog: "En tiempo real, el universo comenzaría su expansuón con un radio muy pequeño. Al principio la expansión sería la que se denomina inflacionaria, es decir, el universo doblaría de tamaño cada pequña fracción de segundo, del mismo modo que en ciertos países doblan los precios cada año".

Más adelante, añade que "La inflación fue también beneficiosa en cuanto que creó todos los elementos del universo casi literalmente de la nada...¿De dónde vinieron todas esas partículas?...La respuesta es que constituía un préstamo de la energía gravitatoria del universo. Éste tiene una enormedeuda de energía gravitatoria negativa que equilibra exactamente la energía positiva de la materia. Durante el periodo inflacionario el universo recibió un considerable préstamo de su energía gravitatoria para financiar la creación de más materia. El resultado constituyó un triunfo de la economía keynesiana: un vigoroso universo en expansión, rebosante de objetos materiales. Hasta el final del universo no habrá que pagar la deuda de energía gravitatoria".

La gran diferencia entre economistas y físicos es que los primeros se comparan con los segundos para que sus modelos parezcan más rigurosos del punto de vista científico mientras que Hawking hace uso de la metáfora económica para hacer accesible al lector un concepto muy complicado.

31 agosto, 2006

PIB en México al segundo trimestre de 2006

Clasif. B

El 16 de agosto, el Inegi dio a conocer las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) de México correspondientes al segundo trimestre de 2006. El crecimiento anual del PIB fue 4.7 por ciento. Este resultado es muy bueno si se toma en cuenta que se trabajaron menos días en el segundo trimestre del año en curso que los que se trabajaron en el mismo trimestre del año anterior debido a que la fiesta de Semana Santa este año fue en abril y el año pasado fue en marzo.

Usando cifras desestacionalizadas que remueven, entre otros, los efectos de la Semana Santa se tiene que el crecimiento del PIB con respecto al primer trimestre fue de 1.49 por ciento. Esta cifra anualizada es igual a 6.1 por ciento. La economía mexicana se está expandiendo vigorosamente. Las cifras correspondientes a la probabilidad de recesión que publico cada trimestre en mi página personal reconocen el alto crecimiento del PIB por lo que la probabilidad de que México haya empezado el año con una recesión es de cero por ciento.

A pesar del alto crecimiento del producto en lo que va del año, el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, prevé que la economía crecerá únicamente 4.2 por ciento en todo el 2006. Como el crecimiento en el primer semestre promedia 5.1 por ciento, se necesita que el promedio del segundo semestre sea de 3.3 por ciento como máximo para que se cumplan las expectativas de Gil Díaz. La implicación del pronóstico del Secretario de Hacienda es que cuando menos uno de los dos últimos trimestres del año tendrían que presentar un crecimiento negativo ajustado por estacionalidad.

A pesar de que la economía norteamericana se está desacelerando, no creo que un crecimiento tan vigoroso de la economía mexicana se convierta en un decrecimiento en lo que queda del año. Las cifras con las que se cuenta hasta el momento no indican una desaceleración tan grave de la economía. Se puede esperar que el crecimiento en México sea menor durante el segundo semestre del año, pero la posición del encargado de la política fiscal en el país parece demasiado pesimista.

18 agosto, 2006

¿Se acerca el fin de la deuda pública?

Clasif. B

Esta es la transcripción de un artículo mío que se publicó hoy, viernes 18 de agosto, en El Sol de México. (Sólo en la edición impresa).

¿Se acerca el fin de la deuda pública?

Eugenio Gómez Alatorre

El pasado 22 de junio la Secretaría de Hacienda y Crédito Público anunció, con bombo y platillo, una amortización anticipada de deuda con organismos financieros internacionales. El pago corresponde a deuda contratada con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con el Banco Mundial (BM) por un monto aproximado de 7,000 millones de dólares.

El pago anticipado de deuda pública parece ser una muy buena noticia cuya publicación se da justo antes de las elecciones presidenciales; sin embargo, los recursos para el reembolso de la deuda provienen de ¡más deuda! Es válido preguntarse acerca de las razones que tiene la Secretaría de Hacienda para pagar un empréstito con otro y si en realidad el país obtendrá algún beneficio de esta operación. La clave para resolver estas interrogantes está en que se hizo un cambio de deuda externa por deuda interna.

En San Luis Potosí, el presidente Vicente Fox presumió la disminución de la deuda externa, con respecto a ésta dijo que: "La tomamos arriba de 70 mil millones de dólares, y ya la hemos reducido a 50 mil millones, y la vamos a reducir más, a 40 mil millones. Primera vez que se reduce la carga pesada sobre los hombros del pueblo de México". (véase El Sol de México, 9 de agosto de 2006).

En el mismo evento también mencionó que "Cada Gobierno le metió al gasto y aumentó la deuda que hoy gravita sobre los hombros de todas y todos los mexicanos; por primera vez en la historia, un Gobierno responsable reduce de manera significativa la deuda externa”.

El titular del poder ejecutivo omitió que la deuda total (interna y externa) ha aumentado durante su sexenio, es decir, la deuda interna ha aumentado más de lo que ha disminuido la externa. Al considerar que la deuda total no ha disminuido, el discurso del presidente no parece tan positivo; a pesar de ello, la reducción de la deuda externa sigue siendo una buena noticia como se argumenta más adelante en este artículo.

Los dólares necesarios para el pago de la deuda provendrán de las reservas internacionales de Banco de México. El gobierno obtendrá los recursos para comprar una parte de las reservas internacionales por medio de la colocación de títulos de crédito en moneda nacional llamados Bonos de Desarrollo (Bondes D) en el mercado financiero mexicano.

Los Bondes D que se usen pagarán cupones en forma idéntica a los Bonos de Regulación Monetaria (BREMS) emitidos por Banco de México. Ésta institución retirará los BREMS que serán sustituidos por los Bondes D.

La estrategia a largo plazo es que los BREMS salgan paulatinamente de circulación y su lugar sea tomado por Bondes D que seguirán financiando la sustitución de deuda externa por deuda interna.

Estrategia añeja.

El canje de deuda externa por interna no es una novedad, esta estrategia se ha venido implementando por parte de la Secretaría de Hacienda a lo largo de la presente administración.

La deuda externa bruta del gobierno federal como porcentaje del PIB ha disminuido de 10.4 por ciento en 2000 a 7.0 por ciento en 2005. Por su parte, la deuda interna bruta del gobierno federal se ha incrementado de 11.6 por ciento del PIB en 2000 a 13.8 por ciento en el 2005.

Por otro lado, la proporción de deuda externa neta del gobierno federal con respecto al total de la deuda neta ha caído de 44.7 a 33.0 por ciento de 2000 a 2005.

Lo anterior nos muestra que el canje de deuda externa por interna ha representado un esfuerzo continuo y exitoso del gobierno en este sexenio. La reducción de la deuda externa como porcentaje del total de deuda se debe también a que toda la emisión de nueva deuda por parte del gobierno federal se ha llevado a cabo en el mercado interno. La lógica que sustenta a esta estrategia de administración de la deuda pública se expone en lo que resta del presente artículo.









Menor vulnerabilidad.

Una de las principales razones que tiene la Secretaría de Hacienda para seguir la estrategia de canje de deuda externa por interna es la de reducir la vulnerabilidad de la economía mexicana frente a cambios en las condiciones externas.

El gobierno recibe ingresos por impuestos y otras contribuciones en pesos pero debe realizar el pago de la deuda externa en moneda extranjera, principalmente dólares. Esta falta de correspondencia entre ingresos y gastos del gobierno puede causar graves problemas a las finanzas del país si hay un cambio repentino en las condiciones económicas del exterior.

Si, por ejemplo, se devaluara el tipo de cambio los pagos de intereses y la amortización del capital de la deuda externa del gobierno crecerían en términos de la cantidad de pesos (devaluados) que se necesitan para hacer los pagos y, como el gobierno recibe sus ingresos en pesos, sería más difícil para el país hacer frente a sus obligaciones con el exterior. Si la devaluación es grande, el gobierno podría no tener recursos suficientes para pagar la deuda y se podría perder el control de una situación que, en principio, no debería representar ninguna dificultad.

Cuando se habla de que el cambio de deuda externa por deuda interna reduce la vulnerabilidad del país lo que se quiere decir es que con el canje se logra disminuir la probabilidad de que debido a una situación como la descrita anteriormente el gobierno federal se vea en dificultades para liquidar sus vencimientos de deuda.










Académicos recomiendan la misma estrategia.

La estrategia de canje de deuda externa por interna coincide con las recomendaciones que ofrecen algunos economistas en un documento de investigación llamado “Sudden Stops, the Real Exchange Rate, and Fiscal Sustainability: Argentina’s Lessons” (Paradas repentinas, el tipo de cambio real y sostenibilidad fiscal: Lecciones de Argentina) en el que destacan ciertos factores que influyeron en el desencadenamiento de la crisis argentina a principios de la presente década. Las recomendaciones que hacen los autores en su artículo tienen como fundamento las lecciones que deja la experiencia de la crisis económica en Argentina. Los autores del documento, publicado por el National Bureau of Economic Research (Buró Nacional de Investigación Económica, una prestigiada organización privada dedicada a la investigación) son: Guillermo Calvo, Alejandro Izquierdo y Ernesto Talvi.

En el trabajo de investigación mencionado es importante el concepto de los sudden stops, concepto que se refiere a que se detengan de forma repentina, severa y prolongada las entradas de capital a un país.

En el documento citado se concluye que las economías serán más vulnerables a sudden stops mientras más cerradas al comercio internacional sean, más fuertemente endeudadas se encuentren y más deuda denominada en dólares tengan.

Los países con deudas elevadas en dólares que experimenten un sudden stop se enfrentarán a la necesidad de un ajuste por medio de una devaluación de su moneda lo que elevará considerablemente sus pagos de deuda (por estar denominada en dólares). De esta forma, una situación que de otra forma hubiera sido manejable se vuelve un grave problema para el país de forma repentina. La apertura comercial es benéfica en este caso porque genera parte de los dólares necesarios para enfrentar los pagos de la deuda.

Los autores recomiendan, para disminuir la vulnerabilidad de las economías, que los gobiernos abran a sus países al comercio internacional y busquen emitir más deuda en moneda nacional. Agregan que se debe buscar que el plazo de la deuda sea lo más largo posible para evitar problemas de liquidez.

El manejo de la deuda en este sexenio en México parece haber seguido de cerca las recomendaciones de Calvo, Izquierdo y Talvi también con respecto al plazo de la deuda. El plazo promedio de la deuda pública interna ha aumentado de 539 días a finales del 2000 a 1,148 días en agosto de 2005.

Desarrollo del mercado financiero mexicano.

Una ventaja adicional que trae consigo el pago de deuda externa por medio de la emisión de deuda gubernamental en el mercado interno es que ayuda a desarrollar el mercado financiero en México al incrementar las opciones con las que cuentan los inversionistas que participan en el sistema financiero nacional.

El gobierno federal ha emitido deuda en instrumentos a tasa nominal fija con plazos de 3, 5, 7, 10 y hasta 20 años. Además, el mercado financiero cuenta con una gran variedad de títulos de deuda gubernamental.

Algunas de las características que ahora tienen varios títulos gubernamentales no estaban disponibles para el inversionista en el mercado mexicano hace apenas unos pocos años.

Reservas Internacionales.

Los altos precios del petróleo y el alto crecimiento que ha registrado el envío de remesas en los últimos años han contribuido a que las reservas internacionales se hayan incrementado de 33,554.9 millones de dólares en diciembre de 2000 a 78,742.7 millones de dólares en junio de 2006.

Un nivel elevado de reservas internacionales tiene la ventaja de darle mayor estabilidad al país porque se pueden usar para evitar variaciones violentas en el nivel del tipo de cambio, lo que desincentiva que se especule en contra del peso. Sin embargo, el rendimiento que obtiene Banco de México por invertir las reservas internacionales es muy bajo y, por lo tanto, resulta muy costoso mantener un valor elevado de reservas.

No hay forma de conocer el nivel óptimo de las reservas internacionales pero es probable que México tenga más de lo que necesita. De esta forma, el país puede sacar provecho de encontrar un buen uso para una porción de las reservas internacionales.

Una forma de aprovechar una parte de las reservas internacionales es usarlas para pagar una parte de la deuda externa, ésta es otra ventaja de la estrategia de canje de deuda que ha seguido el gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda.

Más de lo que se esperaba.

La colocación de Bondes D para financiar el prepago de la deuda externa se hizo el jueves 10 de agosto y se obtuvieron 135,051 millones de pesos, lo que le permite a la Secretaría de Hacienda adquirir 12,390 millones de dólares, más de lo que se esperaba.

El gobierno mexicano amortizará de forma adelantada al BID y al Banco Mundial 9,000 millones de dólares, este monto supera en 2,000 millones de dólares a lo que se había anunciado el 22 de junio. Además, la Secretaría de Hacienda canceló de forma anticipada bonos soberanos emitidos en los mercados internacionales por un monto de 3,379 millones de dólares.

Como resultado de esta operación, la deuda externa se reducirá en 12,379 millones de dólares con lo que llegará a un nivel equivalente al 5.4 por ciento del PIB. Por su parte, la deuda externa como porcentaje del total de la deuda disminuirá a 27.3 por ciento.

En síntesis.

Vicente Fox no parece poder presumir tantos logros, con un impacto positivo en la opinión pública, como hubiera deseado; sin embargo, se ha hecho un buen trabajo con respecto a la administración de la deuda pública. Este logro no tiene una gran notoriedad ni tiene un impacto que la población pueda percibir claramente, pero esta clase de acciones nos alejan cada vez más de la posibilidad de vivir nuevamente una crisis como la de 1995 y eso no es un asunto menor.

17 mayo, 2006

PIB en el primer trimestre de 2006

Clasif. B
Hoy se dio a conocer el Producto Interno Bruto (PIB) real de México del primer trimestre de 2006. El crecimiento del PIB fue 5.5 por ciento con respecto al mismo trimestre del año anterior. La cifra es muy buena aun cuando se presentó la ventaja de que el año pasado se tuvieron menos días laborales en el primer trimestre por las vacaciones de Semana Santa.
Las cifras desestacionalizadas muestran un crecimiento de 1.54 por ciento con respecto al trimestre anterior. Si se mantuviera este crecimiento durante todo el año se crecería 6.3 por ciento en el año. Tal vez la mejor noticia sea que el PIB industrial creció 7.0 por ciento anual después de haber presentado tasas de crecimiento muy bajas durante todo el año pasado.
De acuerdo a mis propios cálculos (con base en el trabajo de Hamilton) la probabilidad de que se haya presentado una recesión en el primer trimestre es prácticamente cero por ciento, aunque puede cambiar esta estimación al agregar el dato del segunto trimestre. De cualquier forma según estos cálculos llevamos 17 trimestres consecutivos de expansión en México (más información en mi página personal).
Lo más probable, hasta ahora, es que la economía mexicana crezca un poco más de 4 por ciento en 2006. La encuesta de abril de Banco de México con especialistas del sector privado muestra que se esperaba un crecimiento de 3.92 por ciento en promedio para 2006 pero seguramente esta cifra se revisará hacia arriba el siguiente mes.
Al parecer, no sólo será este el segundo fin de sexenio sin crisis sino que puede ser el año con mayor crecimiento económico de todo el sexenio de Vicente Fox.

23 marzo, 2006

Historia económica de México desde 1952

Clasif. B

La historia económica puede ayudar a prever las consecuencias de las diferentes opciones de política económica. Espero que sea de utilidad al lector el breve repaso de la historia económica de México de 1952 a la fecha que se presenta enseguida.

El periodo con mejores resultados en términos económicos del sigo XX mexicano es el comprendido entre 1958 y 1970 y es conocido con el nombre de "desarrollo estabilizador". Este periodo incluye las presidencias de Adolfo López Mateos (1658-1964) y Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970).

Durante el desarrollo estabilizador se lograron altas tasas de crecimiento económico y bajas tasas de inflación. De 1958 a 1970 el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) promedió 6.3 por ciento mientras que la inflación promedio fue de sólo 2.6 por ciento.

El sexenio anterior, correspondiente al mandato de Adolfo Ruíz Cortines (1952-1958) también tuvo buenos resultados en términos de crecimiento económico (6.1 por ciento en promedio) pero la inflación (5.4 por ciento) es un poco más del doble a la registrada durante el desarrollo estabilizado, aunque es pequeña comparada con lo que se padecería después.

Los encargados de dirigir la política económica durante el desarrollo estabilizador fueron Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda, y Rodrigo Gómez, presidente de Banco de México. Durante el desarrollo estabilizador se buscó que el gasto público no creciera si no había una forma sana de finaciarlo, la importancia de esto será evidente más adelante.


Hacia el final del desarrollo estabilizador hubo quien criticó la política económica gubernamental por considerar que los beneficios del crecimiento tardaban en llegar a los pobres y que la desigualdad económica del país iba en ascenso. Estas críticas fueron escuchadas por Luis Echeverría Álvarez quien gobernó al país de 1970 a 1976 e intentó beneficiar a los más necesitados con fuertes incrementos en el gasto público.

Lo primero que se logró con el gasto deficitario fue un incremento en la deuda pública y la aceleración de la inflación que en 1973 cerró en 21.4 por ciento. Además, el tipo de cambio que había permanecido desde 1954 en 12.5 pesos por dólar se devaluó en septiembre de 1976 hasta cotizarse en más de 20 pesos por dólar antes de terminar el año.

El gasto del gobierno mantuvo el elevado crecimiento económico que promedió 6.0 por ciento de 1971 a 1676 pero se perdió la estabilidad de precios, la inflación en el mismo lapso fue de 15.2 por ciento en promedio.

José López Portillo, presidente de 1976 a 1982, continuó con la política de gastar mucho más de lo que el gobierno tenía como ingreso. Al parecer, López Portillo pensaba que algunos nuevos yacimientos petroleros que fueron descubiertos a principios de1978 y los altos precios del crudo le permitían un alto nivel de gasto público y endeudó fuertemente al país.

La gravedad del endeudamiento se aprecia, por ejemplo, en el hecho de que en 1982 el país tuvo que pagar 14,000 millones de dólares por concepto de intereses de la deuda, lo que representaba casi la mitad de las exportaciones de bienes y servicios de esa época.

México se convierte un protagonista importante de la historia económica mundial cuando se ve obligado a interrumpir el pago de su deuda externa en 1982 iniciando con ello la crisis de la deuda. Varios países siguieron el ejemplo mexicano.

Como consecuencia de lo anterior el PIB decreció 0.5 por ciento en 1982 y 3.5 por ciento en 1983. La inflación promedio que se registro de 1977 a 1982 fue de 35.7 por ciento. Para rematar su sexenio López Portillo nacionaliza la banca.

Durante todo el periodo referido hasta ahora, México y algunos otros países latinoamericanos siguieron una política de industrialización basada en la sustitución de importaciones. Esta política consistía en proteger a los productores locales por medio de aranceles y cuotas de importación o, en algunos casos, por medio de la prohibición de importar productos extranjeros. A partir del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) se empezaría a cambiar el modelo económico de México.

El gobierno de Miguel de la Madrid empezó en muy malas circunstancias debido a los errores de los dos sexenios anteriores. La inflación en 1982 era de 98.9 por ciento el crecimiento económico era negativo, la deuda pública era muy elevada y no se tenía acceso al crédito externo porque se dejó de pagar la deuda externa.

El gobierno intentó arreglar la situación disminuyento el déficit fiscal y renegociando la deuda externa tanto pública como privada, para ayudar a las empresas y que no cayera demasiado el empleo. El déficit público fue menor de 1983 a 1985 pero repuntó en 1986. El problema fue que los precios del petróleo se desplomaron, la mezcla mexicana de exportación pasó de 24.6 dólares por barril en noviembre de 1985 a 8.6 en julio de 1986. Las exportaciones petroleras cayeron de 14,767 millones de dólares en 1985 a 6,307 en 1986.

El país no pudo recuperarse en ese sexenio de la herencia de Echeverría y López Portillo. El PIB creció únicamente 0.3 por ciento en promedio de 1983 a 1988. La inflación tampoco pudo ser controlada y promedió 86.7 por ciento.

Como se mencionó con anterioridad, Miguel de la Madrid inició el cambio de modelo económico. Durante su gobierno se privatizaron muchas empresas públicas, México se unió en 1985 al GATT que después se convertiría en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y redujo sus barreras al comercio exterior. Además, se empezó un proceso de desregulación de la economía.

El gobierno tenía participación en 1,155 empresas en 1982, cinco años después la cifra se redujo a 617. En 1993, el sector público conservaba sólo 258 empresas. En 1982 el 100 por ciento de las importaciones requerían un permiso previo, en 1993 sólo el 5 por ciento lo requería.

Hacia el final del sexenio, en 1987, el crecimiento económico volvió a ser negativo y la inflación repuntó de 63.7 por ciento en 1985 a 105.8 por ciento en 1986. Esta sería la segunda crisis de fin de sexenio.

Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) continuó con el proceso de cambio económico. Continuó con la privatización de empresas públicas, la apertura al comercio exterior y la destregulación. En 1994 entró en vigor el tratado de libre comercio de América del Norte (TLCAN). Durante el gobierno de Salinas se abrieron varios de los sectores que hasta entonces estaban restringidos a mexicanos o al Estado y se aumentó el porcentaje permitido de propiedad extranjera en otros sectores y los bancos fueron vendidos de regreso al sector privado.

El gobierno logró bajar al inflación de 159.2 por ciento en 1987 a 51.7 por ciento en 1988 por medio de una política heterodoxa conocida como "Pacto". Por medio del Pacto los empresarios, los sindicatos y el gobierno negociaron menores aumentos en precios, salarios y tarifas públicas para combatir la inflación.

Los resultados económicos mejoraron durante el sexenio. En 1994 la inflación se había llevado a 7.1 por ciento y el promedio de 1989 a 1994 fue de 15.9 por ciento. El promedio de crecimiento en el mismo periodo fue de 3.9 por ciento.

Al inicio de la presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) se presenta la tercera crisis de fin de sexenio. El PIB disminuyó 6.2 por ciento en 1995 y la inflación llegó a 52 por ciento al final del mismo año. El gobierno de Salinas había mantenido el tipo de cambio fijo a pesar de que las reservas internacionales se agotaban con rapidez ( en ese tiempo el monto de reservas no era dado a conocer públicamente). En diciembre de 1994 se inició la crisis cuando el gobierno de Zedillo se vio obligado a devaluar el peso. La crisis de 1995 representó la quiebra de los bancos y de muchas empresas.

La crisis fue muy profunda pero corta, en 1996 se alcanzó un crecimiento económico de 5.1 por ciento. Después de que la situación económica mejoró, Zedillo se planteó como meta que no hubiera otra crisis de fin de sexenio. El crecimiento de la economía de 1995 a 2000 fue, en promedio, 3.5 por ciento y la inflación fe 22.5 por ciento en el mismo lapso.

En el 2000 ya se había logrado volver a tener tasas de inflación de un sólo dígito, en diciembre de ese año la variación de los precios fue de 9 por ciento. Durante este sexenio la deuda pública externa se redujo casi a la mitad como proporción del PIB: em 1994 representaba el 21.1 por ciento y en 2000 se redujo al 10.4 por ciento.

Vicente Fox Quesada (2000-2006) ha mantenido el modelo económico heredado de sus antecesores. Aunque en 2001 el PIB presentó una caída de 0.1 por ciento no se puede hablar de una nueva crisis sexenal porque se mantuvo la estabilidad en los demás indicadores económicos como, por ejemplo, la inflación y el tipo de cambio.

El crecimiento de 2001 a 2005 promedió 1.9 por ciento y la inflación se encuentra bajo control y ha promediado, en el mismo lapso, 4.5 por ciento.

En este sexenio se ha logrado restablecer la estabilidad económica. Aunque el crecimiento del PIB no ha sido muy bueno, el país parece estar lejos de las devaluaciones, las altas tasas de inflación, los elevados déficit fiscales y la enorme deuda que tanto daño le hicieron en el pasado.

El reto ahora es acelerar el crecimiento sin descuidar la estabilidad que tanto trabajo ha costado conseguir.

18 marzo, 2006

Planisferio para el lunes.

Este lunes 20 de marzo se empezará a publicar Planisferio.
Se busca que este blog permita al lector de habla hispana estar informado de lo que sucede en el mundo. Cada autor se encargará de escribir acerca de su país natal o donde reside con la intención de que cualquier lector entienda la noticia aunque no tenga un conocimiento previo del país o del acontecimiento referido.

15 marzo, 2006

Planisferio

Estar enterado del acontecer mundial nunca había sido tan fácil. Muy pronto llegará hasta la comodidad de su casa u oficina: Planisferio.

24 febrero, 2006

Productividad en México

Clasif. B

Si se busca "productividad en México" en Google aparece, en la primera página de resultados, un vínculo a este blog. Lo que Google encuentra es una entrada que escribí acerca de tipo de cambio y productividad. Sin embargo, no creo que sea eso lo que quieran ver quienes hacen la búsqueda y llegan a este sitio. Por eso he decidido escribir acerca de la productividad en México.

Creo que se debe empezar por definir qué se puede entender por productividad. Básicamente, la productividad se refiere a cuánto se puede producir con una cierta cantidad de factores de producción (principalmente, trabajo y capital) .

Lo que se mide normalmente es la productividad del trabajo, es decir, cuánto se produce por persona ocupada o por horas hombre trabajadas. Aunque se mida la productividad del trabajo, también es importante el capital porque una persona logrará producir más si cuenta con las máquinas, herramientas y lugar de trabajo adecuados.

De esta forma, un aumento de la productividad se refiere a producir más con la misma cantidad de trabajo, producir lo mismo con menos trabajo o producir más con menos trabajo.

La gráfica que se muestra a continuación contiene una comparación de la evolución de la productividad en varios países. Lo que se grafica son índices por lo que no importa su nivel, sólo su variación. De los países que se comparan, el que más ha aumentado su productividad es Corea, seguido de lejos por Estados Unidos.

México ocupa el tercer lugar y se encuentra por encima de varios países desarrollados. Esto quiere decir que México ha aumentado su productividad más que esos países de 1993 a 2004 pero no que sea más productivo (recuérdese que no podemos comparar el nivel de los índices, sólo sus variaciones).



Las medidas no son iguales para todos los países porque algunos miden la productividad con respecto a las personas ocupadas y otros con respecto a las horas hombre trabajadas. En México, se refiere a las horas hombre trabajadas en el sector manufacturero. Los datos de todos los países se pueden encontrar en el INEGI
.

Creo que el lector estará interesado en conocer algunas cifras. Las tasas de crecimiento porcentual promedio de 1994 a 2004 son 9.4 para Corea, 5.4 para Estados Unidos, 4.9 para México, 3.8 para Alemania, 2.9 para Japón, 2.8 para el Reino Unido y 2.6 para Canadá.

Por otro lado, las tasas de crecimento porcentual para México en los distintos años son: 9.9 en 1994, 4.9 en 1995, 9.0 en 1996, 4.1 en1997, 4.2 en1998, 1.9 en1999, 4.8 en 2000, 0.8 en 2001, 4.9 en 2002, 3.4 en 2003 y 5.7 en 2004.

Los países desarrollados tienen un mayor nivel de productividad que los del tercer mundo y dependen de la innovación para seguir aumentando su productividad mientras que los del tercer mundo pueden aumentarla adoptando tecnología usada en el primer mundo e invirtiendo en capital, por ejemplo.

Espero que haya sido de utilidad lo que escribí, de ser así agradecería que se dejara un comentario.

16 febrero, 2006

Probabilidad de recesión. Cuarto trimestre de 2005.

Ayer, 15 de febrero de 2006, se dio a conocer el Producto Interno Bruto mexicano del cuarto trimestre de 2005. El PIB creció 2.7 por ciento anual, esto implica un crecimiento de 3.0 por ciento para todo el año.
Calculé la probabilidad de que la economía mexicana se encuentre en recesión con base en las cifras del PIB ajustado por estacionalidad. Los últimos datos no son muy interesantes porque la probabilidad es muy cercana a cero (afortunadamente).
Los calculos para todos los trimestres a partir del tercero de 1980 se encuentran en mi página personal para quien pueda estar interesado. Ahí mismo se encuentra una caracterización de los ciclos económicos en México con base en los mismos cálculos.

09 febrero, 2006

Apreciación del tipo de cambio.

Clasif. B

El peso mexicano se ha apreciado casi 10 por ciento de mayo de 2004 a la fecha. El mismo fenómeno se ha presentado en otros países latinoaméricanos como, por ejemplo, Brasil y Chile. El tipo de cambio alcanzó niveles superiores a los 11.5 pesos por dólar en 2004 y en este mes ha llegado a cotizarse en menos de 10.5 pesos por dólar, ¿a qué se debe este proceso de apreciación del peso?

La entrada de dólares al país por el crecimiento de las remesas enviadas desde Estados Unidos y por las exportaciones petroleras que se han incrementado al aumentar el precio del petróleo ha contribuido a fortalecer al peso, pero no es éste el único factor que explica la apreciación de la moneda mexicana.

Otro factor que ha propiciado la entrada de dólares al país ha sido la creciente participación de los extranjeros en el mercado de bonos mexicano. La participación de los extranjeros en la tenencia de bonos a largo plazo a tasa fija del gobierno mexicano ha pasado del 4 por ciento en enero de 2004 al 18 por ciento en enero del 2006.

Varias personas (incluyéndome) llegaron a pensar que los inversionistas extranjeros buscaban explotar el alto diferencial de tasas de interés que llegó a existir entre México y los Estados Unidos; sin embargo, el diferencial de tasas se ha reducido mucho después de que la política monetaria en Estados Unidos se endureció mientras que la de México tomó el camino opuesto y, a pesar del menor diferencial, el peso siguió apreciandose.

Al parecer algunos inversionistas extranjeros están buscando posiciones de largo plazo en México, ¿porqué están llegando esta clase de inversiones al país? Creo que el hecho de que el déficit en cuenta corriente norteamericano se encuentre en un máximo histórico puede ser parte de la explicación.
Es posible que algunos inversionistas estén preocupados de que el déficit externo en Estados Unidos provoque una devaluación del dólar fuerte y repentina lo que les generaría grandes pérdidas de capital. Estos inversionistas pueden estar buscando tener una menor proporción de su portafolio en activos norteamericanos por lo que estarían demandando activos de otras partes del mundo como México. El lugar de estos inversionistas en el mercado de bonos de Estados Unidos ha sido ocupado por algunos bancos centrales asiáticos que están más preocupados por el crecimiento económico basado en exportaciones que por el rendimiento de sus inversiones.
El precio del petróleo no da señales de querer bajar, las remesas no tienen porque disminuir y no parece que los inversionistas extranjeros deseen salir pronto del mercado de bonos mexicano, po lo que no parece haber razones para que el peso se devalúe pronto.

26 enero, 2006

¿Cuál es el tipo de cambio "correcto"?

Clasif. A

Actualmente se escuchan quejas acerca del "superpeso" porque hay quien piensa que el dólar es demasiado barato, pero si el peso se devalúa no falta quien se queje de la debilidad del peso ¿Quién tiene la razón? ¿Cuál es el nivel "correcto" del tipo de cambio?

Mientras más apreciado se encuentre el peso (más barato sea el dólar), más difícil será para los productores nacionales competir internacionalmente porque los bienes producidos en el país se vuelven más caros. Una pluma mexicana que cueste 10 pesos se venderá a un dólar en Estados Unidos si el tipo de cambio es 10, pero costará 2 dólares si el tipo de cambio es igual a 5 pesos por dólar. Un dólar barato encarece las exportaciones y abarata las importaciones.

Entonces, ¿porqué no devaluar la moneda? Una moneda subvaluada (dólar caro) también tiene sus inconvenientes. Si el dólar se encarece las importaciones aumentan de precio. También pueden subir los precios de los bienes nacionales porque al encarecerse las importaciones es posible que los productores aumenten sus precios y sus ganancias o que se vean obligados a vender más caro porque se encarezcan sus insumos importados.

La devaluación genera aumentos de precios (inflación) y reduce la cantidad de bienes que los consumidores pueden comprar porque ahora los productos son más caros (disminución del salario real). Además, si las empresas o el gobierno tienen deuda en dólares, al presentarse una devaluación tendrán que pagar más intereses porque necesitarán más pesos para pagar los dólares que deben.

Entonces, ¿cuál debe ser el tipo de cambio? Sabemos por entradas anteriores (
El tipo de cambio real y Tipo de cambio y productividad) que si la inflación en México es mayor que en Estados Unidos el tipo de cambio tenderá a devaluarse y que lo mismo sucederá si la productividad en Estados Unidos crece más que la productividad en México. Sin embargo, nadie sabe con precisión cuál es el nivel más adecuado para el tipo de cambio.

Se puede buscar deliberadamente devaluar al tipo de cambio para promover las exportaciones (como se hace en Asia Oriental) a cambio de un bajo poder adquisitivo de los consumidores nacionales o se puede buscar la apreciación del tipo de cambio para contener la inflación o beneficiar a los consumidores a costa de los exportadores.

Para beneficiar tanto a exportadores como a consumidores se puede buscar un tipo de cambio equilibrado, es decir, que el dólar no sea ni muy barato ni muy caro, pero ¿Cómo determinar esto? La mejor forma de hacerlo, en mi opinión, es dejar flotar libremente al tipo de cambio.

¿Cómo funciona el tipo de cambio libre? Si, por ejemplo, el tipo de cambio está subvaluado (dólar muy caro) aumentarán las exportaciones y, como los exportadores desearán cambiar los dólares recibidos en el exterior por pesos, se incrementará la oferta de dólares. La abundancia de dólares provoca que bajen de precio o, lo que es lo mismo, que se aprecie el tipo de cambio. Con un tipo de cambio libre, los desequilibrios tienden a ajustarse solos.

Nadie sabe cuál es el tipo de cambio "correcto". El tipo de cambio puede manipularse para lograr ciertos objetivos como promoción de las exportaciones o el control de la inflación, pero es peligroso porque se generan desequilibrios que pueden causar mucho daño cuando se vuelven insostenibles (un ejemplo claro puede encontrarse en la crisis mexicana de 1995). Una forma de aproximarse al tipo de cambio "correcto" es dejarlo flotar libremente. La libre flotación del peso no asegura que siempre se encuentre en su nivel más adecuado pero no parece haber una mejor forma de aproximarse.

20 enero, 2006

Tipo de cambio y productividad.

Clasif. A

En una
entrada anterior se comentó la relación entre la inflación y el tipo de cambio, en esta ocasión se hablará de otro de los determinantes del tipo de cambio: la productividad. El objetivo es estar en condiciones para discutir en una entrada posterior cuál es el nivel correcto del tipo de cambio.

Las naciones más productivas tienen una ventaja al enfrentarse al comercio internacional y las menos productivas se ven obligadas a devaluar su tipo de cambio para no enfrentar un deterioro constante en sus cuentas con el exterior. Espero que un ejemplo sirva para que el lector comprenda la relación entre tipo de cambio y productividad.

Supóngase que en Estados Unidos cuesta 10 dólares hacer una silla y que en México cuesta 100 pesos; además, el tipo de cambio es de 10 pesos por dólar. También se supone que los productores norteamericanos venden sus lillas a 11 dólares para ganar uno y los mexicanos las venden a 110 pesos para ganar diez pesos.

¿Qué sucede si la productividad en México no cambia pero en Estados Unidos mejora y ahora los norteamericanos pueden producir las sillas a un costo de 9 dólares? El resultado sería que los productores de Estados Unidos pueden bajar el precio de sus sillas a 10 dólares y seguir ganando un dólar por cada silla.

Si los estadounidenses exportan las sillas a México pueden venderlas a 100 pesos (10 dólares de cada silla por el tipo de cambio de 10). El incremento en la productividad de Estados Unidos le da a sus productores una ventaja con respecto a los mexicanos que tienen que vender sus sillas 10 pesos más caras o sacrificar sus 10 pesos de ganancia.

Una devaluación del peso que lleve al tipo de cambio a 11 pesos por dólar permitiría a los productores mexicanos competir con las sillas norteamericanas que ahora costarían 110 pesos (10 dólares que cuestan las sillas en EU por 11 que es el valor del tipo de cambio).

Podría parecer que es lo mismo ser más productivo que devaluar el tipo de cambio y por eso se escuchan en los medios de comunicación frases como "devaluación competitiva" o propuestas de devaluación por parte de asociaciones empresariales e industriales argumentando que mejoraría la competitividad de los productores nacionales. Este es un error, la devaluación tiene algunas consecuencias negativas que es necesario mencionar.

Cuando la moneda de un país se devalúa sus habitantes pueden comprar menos bienes y servicios, es como si les redujeran su salario. Siguiendo el ejemplo anterior, una persona que ganara 200 pesos podía comprar dos sillas importadas antes de la devaluación pero sólo una después.

Una mayor productividad no solo se refleja en costos menores, también puede ser que los costos crezcan a un ritmo menor que el de los demás países o que se produzcan bienes de mayor calidad al mismo costo. El resultado final será el mismo sin importar cómo se manifiesten los incrementos en productividad.

Un país poco competitivo deberá devaluar su moneda para que sus exportaciones no desaparezcan y para que sus importaciones no aumenten demasiado pero esto deja a sus habitantes en una situación desfavorable.

19 enero, 2006

Pobreza vs. Desigualdad

Clasif. B
Sergio Sarmiento publicó el martes 17 de enero un artículo en Reforma titulado "Pobreza en Chile" en el que destaca la diferencia entre la pobreza y la desigualdad por medio de una comparación entre Chile y México.

Sarmiento menciona que mientras en Chile disminuyó la pobreza de 45.1 por ciento en 1987 a 18.8 por ciento en 2003, en México la reducción fue mucho menor en un periodo similar al pasar del 42.5 por ciento en 1984 al 39.4 por ciento en 2002.

El éxito de Chile en reducción de la pobreza es contrastado por Sarmiento con la situación de desigualdad en ese país. En el 2003, el 10 por ciento más rico del país sudamericano concentraba el 39.1 por ciento del ingreso urbano y el 10 por ciento más pobre tenía tan solo el 1.8 por ciento del ingreso.

México tiene una mejor distribución del ingreso (no mucho) que Chile. En México el 10 por ciento más rico contaba con el 31.2 por ciento del ingreso en 2002 mientras que el 10 por ciento más pobre recibía el 3.1 por ciento.

Sarmiento sugiere que es preferible dar prioridad a la lucha contra la pobreza sobre la reducción de la desigaldad. En su artículo se pregunta: "¿Queremos un sistema que genere mayor riqueza y dé un mejor nivel de vida a los más pobres, como ha ocurrido en Chile, o queremos distribuir la riqueza aunque destruyamos una parte?" Y concluye afirmando: "Los chilenos, incluso los socialistas, han entendido que es mejor rescatar a los pobres de la pobreza que insistir en una mayor igualdad. ¿Lo entenderán también nuestros políticos?"

La elección entre combatir con mayor énfasis la pobreza o la desigualdad ya fue tomada en México durante el sexenio de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976). Se optó por buscar reducir las disparidades en el ingreso y las consecuencias fueron desastrozas.

Los mejores resultados económicos que obtuvo México en el siglo veinte corresponden a los sexenios de Adolfo López Mateos (1958-1964) y Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970). El crecimiento del PIB promedió en esos 12 años 6.3 por ciento anual y el promedio de la inflación fue de 2.2 por ciento. A este periodo se le conoce con el nombre de "desarrollo estabilizador".

El alto crecimiento combinado con la baja inflación representaban condiciones muy propicias para combatir la pobreza, pero las políticas económicas seguidas durante el desarrollo estabilizador fueron interrumpidas al iniciar el sexenio de Echeverría.

En esa época había muchas críticas respecto a que había aumentado la desigualdad durante el desarrollo estabilizador. Un libro que menciona esto es: "La política económica en México: 1970-1976" escrito por Carlos Tello.

El cambio de política económica se debe, al menos en parte, a la búsqueda de reducción de la desigualdad del ingreso en México. Entre las políticas más nocivas que se iniciaron en el gobierno de Echeverría y se continuaron durante el de José López Portillo (1976-1982) está el enorme incremento en el gasto público deficitario que tuvo como consecuencias, entre otras, el aumento en la inflación y la devaluación de la moneda. Además de que se generaron las condiciones que llevaron al país a las crisis recurrentes y a los pésimos resultados económicos que se presentaron en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988).

Así que no sólo se tiene en Chile un ejemplo exitoso de reducción de la pobreza, a pesar de un aumento en la desigualdad, sino que la historia económica mexicana ofrece un ejemplo de abandono de las políticas económicas propicias para la reducción de la pobreza por un deseo de lograr una mejor distribución de la riqueza.

06 enero, 2006

Bretton Woods 2

Clasif. B

Estados Unidos presenta en la actualidad el déficit de cuenta corriente más elevado de su historia según los datos existentes y se ha vuelto un motivo de preocupación mundial. El déficit externo representó el 5.8 por ciento del PIB norteamericano en 2004 y en 2005 se ha deteriorado aún más.

En los últimos años se han publicado muchos trabajos de investigación y artículos en revistas, periódicos y blogs que intentan explicar tanto las causas del déficit como sus posibles consecuencias para la economía norteaméricana y el resto del mundo.

Una explicación muy atractiva del déficit en Estados Unidos es la hipótesis de
Bretton Woods 2 cuyos autores son Michael Dooley, David Folkerts-Landau y Peter Garber quienes trabajan o trabajaron en el Deutsche Bank.

Quienes no sepan que es la cuenta corriente o el sistema de Bretton Woods pueden revisar una
entrada anterior de este blog.

De acuerdo con la hipótesis de Bretton Woods 2 actualmente existe una continuación del sistema de tipos de cambio fijos de Bretton Woods pero ahora los países de Asia Oriental han tomado el lugar que ocupaba Europa dentro del sistema.

Los países de Asia del Este siguen una estrategia de desarrollo basada en las exportaciones que son promovidas manteniendo sus tipos de cambio subvaluados. Estos países han acumulado una gran cantidad de reservas internacionales para evitar que sus monedas se aprecien y las han invertido principalmente en bonos gubernamentales de Estados Unidos lo que ayuda a mantener bajas las tasas de interés en este país favoreciendo el consumo de productos asiáticos.

Este sistema le permite a los países del este asiático (principalmente China) ir integrando al sector manufacturero exportador a sus desempleados y a quienes trabajan en el poco productivo sector agrícola con lo que sostienen elevadas tasas de crecimiento económico. Es por esto que están dispuestos a cargar con los costos de tener unos términos de intercambio (precios de exportaciones vs. precios de importaciones) desfavorables y de acumular grandes cantidades de bonos norteamericanos que les ofrecen un rendimiento muy bajo.

Estados Unidos también está dispuesto a mantener el sistema porque Asia Oriental le permite financiar a bajo costo elevadas tasas de consumo a pesar de que está acumulando una deuda muy alta a través de su déficit de cuenta corriente.

Según Dooley, Folkerts-Landau y Garber, el sistema puede seguir funcionando por mucho tiempo, a pesar del elevado déficit norteamericano, porque falta que se integren al sector exportador una gran cantidad de campesinos y desempleados lo que incentiva a los gobiernos de Asia Oriental a continuar con la misma estrategia de desarrollo.

La hipótesis de Bretton Woods tiene varios críticos entre los que se encuentran Roubini y Chinn (ambos en inglés). Sin embargo, es una explicación muy atractiva y, aunque es probable que llegue el momento en el que los bancos centrales asiáticos no puedan seguir comprando una cantidad creciente de deuda norteamericana, resulta tranquilizadora la creciente importancia de los bancos centrales en el mercado financiero de Estados Unidos porque es menos probable que salgan repentinamente, como lo pueden hacer los inversionistas privados, porque si lo hicieran afectarían muy gravemente el crecimiento de sus economías.

04 enero, 2006

¿Recuperación de la producción industrial en México en noviembre?

Clasif. B

El crecimiento del PIB mexicano en la primera mitad de 2005 fue bajo pero se ha recuperado en la segunda mitad y es posible que cierre el año con una tasa de crecimiento cercana al 3 por ciento.

El problema es que el PIB ha crecido de forma desequilibrada. La mayor parte del crecimiento proviene del sector servicios mientras que la producción industrial ha tenido un año muy malo.

La única vez que la producción industrial ha crecido más de 3 por ciento en el año fue en marzo con la ayuda de la semana santa. El promedio de las tasas de crecimiento anuales de enero a octubre es de tan solo 1.3 por ciento.

No obstante lo anterior es posible que noviembre haya sido un buen mes para la producción industrial. Las exportaciones de manufacturas, excluyendo a la maquila, crecieron 23.8 por ciento en noviembre mientras que la producción lo hizo a una tasa de 53.4 por ciento anual. De acuerdo con esto, la producción industrial podría crecer más de 6.5 por ciento en el noveno mes del año.

En caso de que la cifra de crecimiento de la producción industrial que se publicarán el 11 de enero llegara a ser tan elevada como anticipamos faltaría por ver si es sólo un buen mes o si es el inicio de la recuperación de ese sector en México. Yo creo que es posible que la industria se recupere un poco pero no soy muy optimista con respecto a la posibilidad de una recuperación muy vigorosa.

02 enero, 2006

El régimen de Bretton Woods

Clasif. A
Una explicación muy atractiva acerca del enorme déficit en cuenta corriente de Estados Unidos y de su sostenibilidad es lo que se ha conocido como la hipótesis de Bretton Woods 2. Más adelante hablaremos de esta teoría, en esta entrada se encuentra, como preparación, una descripción breve del sistema de Bretton Woods.
Para quienes no lo sepan la cuenta corriente es igual a las exportaciones menos las importaciones más el pago neto (lo recibido menos lo pagado) de factores (intereses de deuda y remesas principalmente) y transferencias unilaterales (donaciones).
El régimen de Bretton Woods.
A partir del fin de la segunda guerra mundial, el mundo vivió el periodo de más alto crecimiento económico en la historia. A este lapso, que concluye al inicio de la década de los setenta se le conoce como el régimen de Bretton Woods.

El nombre de Bretton Woods, con el que comúnmente se conoce al periodo 1948-1973, se debe a que el sistema económico y monetario predominante fue resultado de un acuerdo, negociado en la ciudad norteamericana de Bretton Woods, entre varios países entre los que destacan Estados Unidos e Inglaterra que eran las dos economías más poderosas del mundo en ese momento.

El principal acuerdo firmado en Bretton Woods fue el de mantener todos los tipos de cambio fijos con respecto al oro. En la práctica, los tipos de cambio permanecían fijos con respecto al dólar y este era convertible en oro a una tasa fija de 35 dólares por onza. Lo que pretendía el acuerdo era evitar que las naciones iniciaran “guerras” devaluatorias para promover sus exportaciones que propician inflación e inestabilidad además de obstaculizar el comercio internacional.

Esta situación le dio a Estados Unidos dos grandes ventajas. Por un lado, obtuvo grandes ganancias derivadas de producir los dólares que se usaban en todo el mundo (es muy bajo el costo de producir billetes comparado con el valor que tienen, a esta ganancia se le conoce como señoreaje). Por el otro lado, Estados Unidos se pudo permitir mantener un déficit en balanza de pagos por un largo periodo.

Para ayudar a administrar el nuevo sistema, se crearon dos importantes instituciones financieras internacionales: el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (más tarde se convertiría en el Banco Mundial) y el Fondo Monetario Internacional. Para que un país pudiera devaluar o revaluar su moneda bajo el sistema de Bretton Woods debía pedir permiso al Fondo Monetario Internacional que lo otorgaría sólo en caso de que considerara que la balanza de pagos del país en cuestión tuviera un “desequilibrio fundamental”.

El régimen de Bretton Woods necesitó ayuda adicional para funcionar porque las obras de reconstrucción europea después de la guerra provocaron una fuerte escasez de dólares. En esa época Europa necesitaba de importaciones para su reconstrucción y Estados Unidos, que se había convertido en el principal productor de manufacturas, deseaba exportar a Europa; sin embargo, la escasez de dólares amenazaba con impedir las exportaciones de Estados Unidos a Europa porque no se contara con dólares para pagar las importaciones.

La escasez de dólares aunada a la preocupación de Estados Unidos por los grupos socialistas que pudieran desarrollarse en Europa Occidental propiciaron la decisión de Estados Unidos de dar un paquete de ayuda económica a Europa para ayudar a su reconstrucción. En 1948, Estados Unidos ofrece este paquete de ayuda bajo el nombre de Plan Marshall.

El sistema funcionó bien hasta que la escasez de reservas internacionales se revierte a mediados de los sesenta cuando se presenta un gran incremento de las reservas mundiales de dólares. La abundancia de dólares plantea dudas acerca de su convertibilidad en oro y el alto déficit externo de Estados Unidos provoca presiones especulativas en espera de una devaluación del dólar frente al oro. Ante esta situación, el presidente norteamericano Richard Nixon cierra la ventanilla de cambio de dólares en oro y en diciembre de 1971 el dólar se devalúa un 10 por ciento en relación con el oro. En 1973, el dólar se vuelve a depreciar un 10 por ciento, hasta que, finalmente, se termina con la convertibilidad del dólar en oro. Entre 1971 y 1973, la mayoría de las monedas más fuertes del mundo empezaron a flotar libremente, entre estas se encuentran el marco alemán, la libra esterlina, la lira y el yen. Estos acontecimientos marcan el fin del régimen de Bretton Woods.