Clasif. A
Una explicación muy atractiva acerca del enorme déficit en cuenta corriente de Estados Unidos y de su sostenibilidad es lo que se ha conocido como la hipótesis de Bretton Woods 2. Más adelante hablaremos de esta teoría, en esta entrada se encuentra, como preparación, una descripción breve del sistema de Bretton Woods.
Para quienes no lo sepan la cuenta corriente es igual a las exportaciones menos las importaciones más el pago neto (lo recibido menos lo pagado) de factores (intereses de deuda y remesas principalmente) y transferencias unilaterales (donaciones).
El régimen de Bretton Woods.
A partir del fin de la segunda guerra mundial, el mundo vivió el periodo de más alto crecimiento económico en la historia. A este lapso, que concluye al inicio de la década de los setenta se le conoce como el régimen de Bretton Woods.
El nombre de Bretton Woods, con el que comúnmente se conoce al periodo 1948-1973, se debe a que el sistema económico y monetario predominante fue resultado de un acuerdo, negociado en la ciudad norteamericana de Bretton Woods, entre varios países entre los que destacan Estados Unidos e Inglaterra que eran las dos economías más poderosas del mundo en ese momento.
El principal acuerdo firmado en Bretton Woods fue el de mantener todos los tipos de cambio fijos con respecto al oro. En la práctica, los tipos de cambio permanecían fijos con respecto al dólar y este era convertible en oro a una tasa fija de 35 dólares por onza. Lo que pretendía el acuerdo era evitar que las naciones iniciaran “guerras” devaluatorias para promover sus exportaciones que propician inflación e inestabilidad además de obstaculizar el comercio internacional.
Esta situación le dio a Estados Unidos dos grandes ventajas. Por un lado, obtuvo grandes ganancias derivadas de producir los dólares que se usaban en todo el mundo (es muy bajo el costo de producir billetes comparado con el valor que tienen, a esta ganancia se le conoce como señoreaje). Por el otro lado, Estados Unidos se pudo permitir mantener un déficit en balanza de pagos por un largo periodo.
Para ayudar a administrar el nuevo sistema, se crearon dos importantes instituciones financieras internacionales: el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (más tarde se convertiría en el Banco Mundial) y el Fondo Monetario Internacional. Para que un país pudiera devaluar o revaluar su moneda bajo el sistema de Bretton Woods debía pedir permiso al Fondo Monetario Internacional que lo otorgaría sólo en caso de que considerara que la balanza de pagos del país en cuestión tuviera un “desequilibrio fundamental”.
El régimen de Bretton Woods necesitó ayuda adicional para funcionar porque las obras de reconstrucción europea después de la guerra provocaron una fuerte escasez de dólares. En esa época Europa necesitaba de importaciones para su reconstrucción y Estados Unidos, que se había convertido en el principal productor de manufacturas, deseaba exportar a Europa; sin embargo, la escasez de dólares amenazaba con impedir las exportaciones de Estados Unidos a Europa porque no se contara con dólares para pagar las importaciones.
La escasez de dólares aunada a la preocupación de Estados Unidos por los grupos socialistas que pudieran desarrollarse en Europa Occidental propiciaron la decisión de Estados Unidos de dar un paquete de ayuda económica a Europa para ayudar a su reconstrucción. En 1948, Estados Unidos ofrece este paquete de ayuda bajo el nombre de Plan Marshall.
El sistema funcionó bien hasta que la escasez de reservas internacionales se revierte a mediados de los sesenta cuando se presenta un gran incremento de las reservas mundiales de dólares. La abundancia de dólares plantea dudas acerca de su convertibilidad en oro y el alto déficit externo de Estados Unidos provoca presiones especulativas en espera de una devaluación del dólar frente al oro. Ante esta situación, el presidente norteamericano Richard Nixon cierra la ventanilla de cambio de dólares en oro y en diciembre de 1971 el dólar se devalúa un 10 por ciento en relación con el oro. En 1973, el dólar se vuelve a depreciar un 10 por ciento, hasta que, finalmente, se termina con la convertibilidad del dólar en oro. Entre 1971 y 1973, la mayoría de las monedas más fuertes del mundo empezaron a flotar libremente, entre estas se encuentran el marco alemán, la libra esterlina, la lira y el yen. Estos acontecimientos marcan el fin del régimen de Bretton Woods.
El nombre de Bretton Woods, con el que comúnmente se conoce al periodo 1948-1973, se debe a que el sistema económico y monetario predominante fue resultado de un acuerdo, negociado en la ciudad norteamericana de Bretton Woods, entre varios países entre los que destacan Estados Unidos e Inglaterra que eran las dos economías más poderosas del mundo en ese momento.
El principal acuerdo firmado en Bretton Woods fue el de mantener todos los tipos de cambio fijos con respecto al oro. En la práctica, los tipos de cambio permanecían fijos con respecto al dólar y este era convertible en oro a una tasa fija de 35 dólares por onza. Lo que pretendía el acuerdo era evitar que las naciones iniciaran “guerras” devaluatorias para promover sus exportaciones que propician inflación e inestabilidad además de obstaculizar el comercio internacional.
Esta situación le dio a Estados Unidos dos grandes ventajas. Por un lado, obtuvo grandes ganancias derivadas de producir los dólares que se usaban en todo el mundo (es muy bajo el costo de producir billetes comparado con el valor que tienen, a esta ganancia se le conoce como señoreaje). Por el otro lado, Estados Unidos se pudo permitir mantener un déficit en balanza de pagos por un largo periodo.
Para ayudar a administrar el nuevo sistema, se crearon dos importantes instituciones financieras internacionales: el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (más tarde se convertiría en el Banco Mundial) y el Fondo Monetario Internacional. Para que un país pudiera devaluar o revaluar su moneda bajo el sistema de Bretton Woods debía pedir permiso al Fondo Monetario Internacional que lo otorgaría sólo en caso de que considerara que la balanza de pagos del país en cuestión tuviera un “desequilibrio fundamental”.
El régimen de Bretton Woods necesitó ayuda adicional para funcionar porque las obras de reconstrucción europea después de la guerra provocaron una fuerte escasez de dólares. En esa época Europa necesitaba de importaciones para su reconstrucción y Estados Unidos, que se había convertido en el principal productor de manufacturas, deseaba exportar a Europa; sin embargo, la escasez de dólares amenazaba con impedir las exportaciones de Estados Unidos a Europa porque no se contara con dólares para pagar las importaciones.
La escasez de dólares aunada a la preocupación de Estados Unidos por los grupos socialistas que pudieran desarrollarse en Europa Occidental propiciaron la decisión de Estados Unidos de dar un paquete de ayuda económica a Europa para ayudar a su reconstrucción. En 1948, Estados Unidos ofrece este paquete de ayuda bajo el nombre de Plan Marshall.
El sistema funcionó bien hasta que la escasez de reservas internacionales se revierte a mediados de los sesenta cuando se presenta un gran incremento de las reservas mundiales de dólares. La abundancia de dólares plantea dudas acerca de su convertibilidad en oro y el alto déficit externo de Estados Unidos provoca presiones especulativas en espera de una devaluación del dólar frente al oro. Ante esta situación, el presidente norteamericano Richard Nixon cierra la ventanilla de cambio de dólares en oro y en diciembre de 1971 el dólar se devalúa un 10 por ciento en relación con el oro. En 1973, el dólar se vuelve a depreciar un 10 por ciento, hasta que, finalmente, se termina con la convertibilidad del dólar en oro. Entre 1971 y 1973, la mayoría de las monedas más fuertes del mundo empezaron a flotar libremente, entre estas se encuentran el marco alemán, la libra esterlina, la lira y el yen. Estos acontecimientos marcan el fin del régimen de Bretton Woods.
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