06 septiembre, 2007

¿De derecha o de izquierda?

Definir a una persona como de derecha o de izquierda es difícil. Tal vez la dificultad reside en el hecho de que se mezclan las posturas económicas y sociales en una medida que sólo admite dos valores.

Por esta razón me gusta la taxonomía propuesta por The Political Compass que permite clasificar a cada persona en uno de cuatro cuadrantes de acuerdo con sus opiniones en temas tanto políticos como sociales.

En la página de The Political Compass se puede hacer un examen para conocer la propia orientación política y económica y se explican los resultados.

Yo resulté ser ligeramente de derecha en lo económico y libertario en lo social:

Derecha/Izquierda Economicista: 1.38
Anarquismo/Autoritarismo Social: -3.18

Una gráfica con mis resultados se puede ver aquí.

Una discusión del tema en el plano puramente económico se puede encontrar en este post.

13 marzo, 2007

Portal de CNN Expansión

Pueden encontrar un post que habla del nuevo portal de CNN y Expansión-donde se mudó este blog-aquí.

05 marzo, 2007

Nueva dirección

Hola queridos lectores de este blog. Como lo había anunciado en un post anterior, este blog se mudará al portal de CNN Expansión. La nueva dirección de este blog es: http://www.cnnexpansion.com/blogs/economia-para-todos

Nos vemos por allá.

23 febrero, 2007

Este blog cambia de residencia

Economía para todos dejará de publicarse en la plataforma de Blogger. Ahora, este blog pasará a formar parte del nuevo portal de Expansión que se ha rediseñado y estará disponible a partir del próximo 1 de marzo.

La próxima semana publicaré aquí la nueva dirección del blog.

19 enero, 2007

Caída en el precio del petróleo

Con el año nuevo llegó una caída en los precios internacionales del petróleo. Hoy, la mezcla mexicana de exportación se cotiza en 40.44 dólares por barril mientras que el precio promedio que se espera en los Criterios Generales de Política Económica que acompañan a la Ley de Ingresos y al Presupuesto de Egresos de la Federación es de 42.5 dólares por barril. Es decir, si no se recupera el precio del petróleo, los ingresos serán menores a los presupuestados y se tendrá que recortar el gasto.

El futuro próximo de las finanzas del país dependen de si el precio del petróleo continúa cayendo o si vuelve a crecer. Tal vez como mexicanos nos sintamos predestinados a la catástrofe pero parece haber más razones para creer que el precio del petróleo se recuperará.

La persona de quien más he aprendido acerca del mercado petrolero se llama James D. Hamilton y su blog, creo que ya lo he dicho antes, es el blog de economía que más me gusta. Pues Hamilton ha publicado una entrada en el que habla precisamente de esto. Es mejor ir a ver su argumentación pero si no saben inglés o prefieren los resúmenes, aquí está uno:

El precio del petróleo pudo haber caído debido a un cambio de automóviles con alto consumo de combustible por vehículos que consuman menos gasolina o por la caída en la demanda de energía de China o por el crecimiento de la oferta petrolera de Arabia Saudita. Todas estas eran posibilidades que tenían contemplado los analistas y que de haberse materializado hubieran disminuído el precio del petróleo permanentemente. Pero la demanda de gasolina en Estados Unidos continúa creciendo al igual que la demanda de energía de China. Además, la producción petrolera de Arabia Saudita ha caído, así que no va por ahí.

La caída del precio del petroleo ha coincidido con la caída en los inventarios de petróleo de Estados Unidos. Hamilton cree que había gente que mantenía reservas de crudo buscando especular con el precio creciente del mismo y que ahora muchos de ellos han decidido vender lo que tienen y por eso han caído los inventarios. Estas ventas han representado 25 millones de barriles en las últimas cinco semanas, suficiente para que el precio del crudo baje.

Si esto es correcto, cuando los especuladores hayan terminado de vender sus inventarios la oferta extra del petróleo dejará de existir y volveremos a la situación normal de alto crecimiento en la demanda de crudo y precios elevados. Hamilton podría equivocarse, pero su argumento es muy bueno así que si tienen unos cuantos millones de dólares pueden comprar petróleo, guardarlo unos meses y venderlo con una buena ganancia en unos meses.

30 noviembre, 2006

4 mil millones de dólares de subsidio a la contaminación

Clasif. B

En una entrada anterior critiqué el hecho de que en México se subsidia el precio de la gasolina. Ahora, la Secretaría de Hacienda emitió un comunicado de prensa que revela el costo de esta medida.

El costo, de enero a octubre de 2006, derivado de que la gasolina en México cueste menos que en Estados Unidos ha sido de 46,396 millones de pesos (poco más de 4,250 millones de dólares). Del costo total, 18,000 millones corresponden a la gasolina Magna, 2,475 millones a la gasolina Premium y 25,842 millones al Diesel.

En el mismo comunicado se encuentra la diferencia de precios promedio de enero a noviembre que existe entre los combustibles que se venden en México y sus equivalentes en Estados Unidos. La Premium costó, en promedio, 3.98 por ciento más en Estados Unidos. Las cifras correspondientes a la Magna y al Diesel son 14.36 y 49.62 por ciento, respectivamente.

Es una lástima que se gaste el dinero del gobierno en subsidiar a los más ricos y que se fomente el uso del automóvil a pesar del enorme problema a nivel mundial que representa la contaminación ambiental.

08 noviembre, 2006

Gasolina subsidiada

Clasif. B

Actualmente, la gasolina de 87 octanos (Magna) en México recibe un subsidio que hace que su precio sea más bajo que el que tiene en Estados Unidos. Esta es una política nociva que carece de racionalidad económica.

El aumento internacional en el precio del petróleo ha provocado aumentos significativos en el precio de la gasolina en casi todo el mundo. Sin embargo, en México el precio de la gasolina se actualiza a una tasa anualizada de 4 por ciento con excepción de la que se vende en la frontera que, normalmente, coincide con el precio que tiene en el país fronterizo para evitar que los automovilistas crucen la frontera para llenar sus tanques en donde se vende más barato el combustible.

A partir del 6 de mayo se modificó la forma en que se fija el precio de la gasolina en la frontera norte haciendo que coincida con el nivel mínimo que registró en la semana del 11 al 17 de abril de 2006. Este cambio implica una caída en el precio de la gasolina fronteriza.

Una parte de los mayores ingresos gubernamentales derivados del aumento en el precio del petróleo se desperdician en un subsidio a la gasolina en lugar de usarse para algún fin benéfico para el país.

Existen dos razones principales por las cuales el subsidio a la gasolina es perjudicial para el país. La primera es que el subsidio se entrega a los estratos más ricos de la población (aquéllos que tienen coche) por lo que empeora la distribución del ingreso. La otra razón es que se subsidia una actividad altamente contaminante con lo que se promueve el deterioro ambiental del país (del planeta).

El gobierno debería hacer justo lo opuesto: aumentar los impuestos que cobra sobre el consumo de la gasolina. Para subsanar la escasez de recursos que enfrenta el gobierno, se ha propuesto gravar a las medicinas y a los alimentos, medida que afectaría a las familias pobres del país que dedican una alta proporción de su ingreso a su alimentación. Sería mejor obtener una parte de los ingresos que necesita el gobierno con un impuesto a la gasolina que pagarían los que tienen mayores ingresos y que tendría el efecto de desalentar el uso del automóvil y sus efectos contaminantes.

Gregory Mankiw ha encontrado más razones para aumentar los impuestos sobre la gasolina, aunque algunas son más importantes para Estados Unidos que para México. Mankiw también se ha dedicado a coleccionar economistas destacados que apoyan un aumento en los impuestos a la gasolina, a este grupo lo llama el Club Pigou.

En México se hace lo contrario. Lo más extraño es que los funcionarios más importantes de la Secretaría de Hacienda son aversos a distorsionar los precios a través de impuestos no generalizados y subsidios, pero subsidian uno de los bienes que mayores efectos colaterales negativos (externalidades negativas) tienen. ¡Maldita sea!