La historia de la economía anterior al siglo XVIII es una historia de pobreza insuperable. La mayor parte da la producción se dedicaba a alimentos destinados al autoconsumo. Las pequeñas comunidades, en muchos casos, no aprovechaban las ventajas que, en términos de mayor producción y consumo, podían derivar de producir sólo aquello en lo que eran más eficientes debido, por ejemplo, a condiciones climáticas o mejores técnicas de producción y después comerciar con otras poblaciones especializadas en la producción de otros bienes.
Durante el siglo XVIII, algunas economías europeas como Inglaterra y Holanda lograron mejorar su situación económica al incrementar el nivel de producción por habitante. Las mejoras en comunicaciones y transportes les permitieron expandir los mercados y, con ello, que las comunidades se especializaran en la producción de los bienes en los que eran más productivos con la seguridad de que lograrían intercambiar por bienes que necesitaban y que eran producidos por otras poblaciones más eficientemente.
En las manufacturas se logró incrementar la producción por medio de la división del trabajo. Cuando a cada trabajador se asigna una o unas pocas de las tareas en que puede dividirse la producción de un bien se logra una cantidad de producto que puede llegar a ser mucho mayor que la que se tendría si cada trabajador realiza todos los pasos requeridos para la producción del bien.
A pesar de los aumentos en productividad mencionados, la producción de esa época estaba limitada por la productividad de la tierra. La ayuda que podía obtener el hombre para producir se derivaba de la energía desprendida de la quema de madera y de la energía animal que necesitaba de grandes extensiones de forraje para su alimentación.
El problema es que la producción de la tierra se encuentra sujeta a rendimientos marginales decrecientes. Cuando la producción no es muy grande en relación con la extensión de tierras productivas que tiene el país se explotan sólo las tierras más fértiles que son más productivas; sin embargo, los países cuentan con una extensión limitada de tierras cultivables y al crecer la producción se tienen que empezar a explotar tierras cada vez menos productivas. El incremento en la producción se logra con una productividad decreciente. Conforme se explota más la tierra se va llegando a un punto en el que el aumento en la producción se vuelve demasiado caro y se limita la capacidad productiva de los países.
La revolución industrial se refiere al aumento en la producción por persona que puede ser sostenido por largos periodos porque deja de estar constreñida a la productividad marginal decreciente de la tierra al empezarse a utilizar energía de origen mineral en grandes proporciones para la producción de bienes. La revolución industrial comienza en Inglaterra que tiene la ventaja de contar con grandes yacimientos de carbón.
El uso de energía mineral no está sujeto a rendimientos marginales decrecientes, se pueden extraer grandes cantidades de mineral sin que se vaya incrementando su costo de extracción. Los yacimientos de minerales son tan extensos que pueden ser explotados a gran escala durante mucho tiempo, a diferencia de los bosques que para que produzcan madera durante un periodo prolongado deben ser explotados con un límite por periodo.
La energía de origen mineral le permitió al hombre aumentar su productividad con el uso de máquinas, el hombre dejó de depender exclusivamente de su propia energía y de la energía animal y empezó un tipo de energía más poderosa y abundante. Pero más importante que el aumento en productividad debido a el uso de la energía es el hecho de que esta mayor productividad es sostenible porque no se encuentra sujeta a rendimientos marginales decrecientes. El aumento en la producción con energía mineral no hace más caro incrementar aún más la producción.
El aumento en la productividad se vio reflejado en todos los aspectos de la actividad económica, no sólo en la producción de manufacturas. Es muy importante la aplicación que tuvo la energía de origen mineral en los medios de transporte porque permitió expandir los mercados de venta de los productos y daba la seguridad de que una gran producción encontraría compradores y que se podía dejar de producir localmente bienes en los que no se fuera muy productivo y traerlos de centros de producción lejanos.
En el periodo anterior a la revolución industrial algunas sociedades tenían unos niveles de ingresos por persona superiores a otras debido, en parte, a diferencias en costumbres y recursos naturales. Por ejemplo, en Inglaterra en el siglo XVIII las familias eran poco numerosas y los matrimonios solían retrasarse si las condiciones económicas no eran muy favorables, esto disminuía el crecimiento de la población por lo que la producción por persona era mayor que en otros países.
No obstante, tanto las costumbres como los recursos naturales no son factores que puedan ser fácilmente copiados por naciones que deseen aumentar sus ingresos por persona. Por otro lado, los factores que lograron aumentar el ingreso por persona en la revolución industrial sí pueden ser copiados fácilmente, estos factores son el uso de la energía mineral, el desarrollo de tecnología que hace uso de ella y la ampliación de mercados debido a la aplicación de esa energía a los medios de transporte. La revolución industrial que fue un fenómeno indiscutiblemente británico se pudo extender al resto de Europa.
En un principio, la tecnología de Inglaterra se exportó sin modificaciones al resto de Europa porque muchos países europeos tenían algunas características similares a las del Reino Unido. La migración de trabajadores parece haber tenido una importancia considerable en el proceso de difusión de la tecnología. Otro factor importante en la transmisión de la tecnología fue la contratación de expertos ingleses en empresas fuera de Inglaterra y la emigración de ingleses que buscaban patrocinios en el resto de Europa para usar su conocimiento de la tecnología en la instalación de nuevas empresas.
La inversión en nuevas tecnologías en Europa continental estuvo influenciada por muchos factores. Por ejemplo, la inversión en ferrocarriles podía ser resultado de la necesidad comercial de transportar bienes pero también de la necesidad política de transportar armas y soldados.
En Europa se formaron regiones económicas con una cierta especialización, sin embargo, es difícil encontrar los factores que provocaron que algunas regiones fueran más prósperas que otras porque muchos de estos posibles factores tienen efectos tanto positivos como negativos en el desarrollo regional europeo.
Un ejemplo son los ferrocarriles que pueden ayudar a una región a llevar sus productos a mercados lejanos pero pueden también permitir la llegada de productos competidores con los productos locales provenientes de comunidades distantes. Otro ejemplo son los salarios. Mientras que los altos salarios pueden atraer a trabajadores calificados e innovadores a una región, los salarios bajos implican menores costos y pueden promover el desarrollo industrial en una región.
La adaptación exitosa de la tecnología también depende de muchos factores entre los que se encuentran la disposición de los miembros de una sociedad para enfrentar riesgos, el grado de desarrollo científico del país, el medio ambiente geográfico y la resistencia a la innovación. Este último se refiere a que siempre hay grupos de perdedores con la introducción de nuevas formas de producción que pueden ejercer presión para que no se adopte una nueva tecnología de producción. Un ejemplo de estos grupos son los productores que usan la tecnología menos avanzada.
El cambio en la forma de producción fue adoptado en el resto de los países europeos y después fue difundido al resto del mundo. La nueva forma de producción basada en la energía de origen mineral y la tecnología de producción que hace uso de este tipo de energía aumentó permanentemente el nivel de ingreso por persona. A partir de entonces, la pobreza dejó de ser un problema generalizado inherente al funcionamiento de la economía mundial y se transformó en un problema que puede ser superado por medio del aumento sostenido en la producción por persona.
3 comentarios:
Si revisas el blog, el 20 de octubre pensaba que lo más probable era 1.8%. El 25 de octubre, con el dato del IGAE de agosto, pensé que el 3.1% era lo más factible. La semana pasada en el trabajo di como pronóstico 3.3%, ya era muy fácil saber por donde iba a quedar.
Me encantó tu blog. Me gustaría enlazar -poco a poco- varios artículos tuyos, en concreto, empezaría por este, donde coloco el comentario.
Dale un vistazo a mi blog y dime, por favor, si aceptarías que te "declarara" entre mis blogs amigos.
Tua amabilidad se nota especialmente porque, del mouse quedan colgando las letras de bienvenido, una idea fantástica, no la había visto nunca. A ver si después nos cuentas cómo lo hiciste.
Y buena suerte en los exámenes finales (entendí bien?) de tu maestría!
Genial brief and this enter helped me alot in my college assignement. Thank you on your information.
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